DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN: María Elena Nemi.
ILUMINACIÓN Y MUSICALIZACIÓN: Ariel Castro.
FOTOGRAFÍA Y DISEÑO GRÁFICO: Victoria Islas.
PRODUCCIÓN GENERAL: María Elena Nemi.
ACTRIZ: Érica Lanzini.

Eva es una mujer madura cuyo mundo se reduce a su cocina y sus manzanas. En ellas se cobijan los secretos de una historia, su propia historia, la que ha ido construyéndola en su identidad. Secretos que guarda en su piel, en la penumbra de su casa, en el encierro de las habitaciones… Secretos con los que ha ido conviviendo, en apariencia, de manera imperturbable. Sin embargo, ante la amenaza de ser despojada, arrancada de su universo - que es ella misma - la oscuridad del dolor y del silencio emergen desde el pasado a contraluz de su presente. El enfrentamiento con sus hijos destapa los recuerdos sombríos y, entonces, Eva habla. Y en esas palabras brotan la niña, la adolescente, la esposa, la madre…Todas las mujeres que fue y que ahora se unen derribando, destruyendo y

liberándola para volver a edificarse como Mujer en un estentóreo alarido final.

El devenir trágico se articula en la revelación de la verdad y de las múltiples verdades posibles. Todo se tiñe de contradicciones, claroscuro, dualidad. La niña que juega a las muñecas y se masturba; la adolescente que se revela ante el pecado y al mismo tiempo reza; la joven mujer atravesada de gozo y de dolor por su único varón que fue su dios y su demonio; sus hijos a los que debe elegir amar aunque vea en sus rostros reflejada la brutalidad de la serpiente. Matar o morir…matar y vivir. Matar y salvarse y salvar a sus niños que así ya no serán serpientes.